Georges Moustaki, Adiós al Eterno Extranjero

Moustaki en concierto

Por Carlos Fajardo Fajardo*

Hoy ha muerto Georges Moustaki, en Niza, a los 79 años. Igual que Cavafis, había nacido en Alejandría un 3 de mayo de 1934. Ciudadano en múltiples lenguas, hijo de padres judíos griegos que emigraron a Egipto, decía que la Alejandría de su infancia “era el mundo en pequeño, con todas las razas y todas las religiones”. Desde 1951 se instaló en París donde conoció a ese otro gran poeta de la canción Georges Brassens, quien fue su maestro y amigo desde entonces.
Qué bellas canciones escribiste poeta. Tu voz cálida, como un delicado susurro, perdurará en nuestra sangre, en la memoria. Nos hiciste soñar con tu extranjería sempiterna y con tus versos llenos de caminos y de mar mediterráneo. Artista total: pintor, cantautor, políglota, libertario y vagabundo, crítico de la barbarie nefasta y perversa del capitalismo depredador actual; rebelde contra toda opresión, perpetuo viajero y contemporáneo de todos los tiempos. En 1968, en el legendario Mayo Francés, marchaste hombro a hombro con los estudiantes contraculturales y les cantaste tu extranjero, ese manifiesto de pasión y amor a la vida, de tu vida. Cómo no iba a quedar alucinada ante ti la Edith Piaf cuando a los 25 años, en medio de la noche, tallaste en su piel tan explosivas canciones. O la bella Juliette Gréco que hoy, al saber de tu partida, dijo: “Era un hombre absolutamente exquisito, un hombre educado, refinado…que tenía una dulzura infinita y además talento. Era como todos los poetas, alguien diferente”.
Varias generaciones te escucharon con el corazón en vilo y te aceptaron como un cómplice, un amigo siempre bien recibido en casa. En Brasil te enamoraste no sólo de la gente suramericana y de Elis Regina, sino de la poesía en boca de Chico Buarque y Vinicius de Moraes. “He aprendido que lo que creemos adquirir es sólo una pequeña e ínfima parte de lo que nos queda por descubrir”, comentabas, porque como artista sabías que “el hombre desciende de los sueños”.
Frente al resplandor de tus poemas hechos cantos, te agradecemos el furor con que siempre defendiste tu soledad-solidaria, la libertad y la poesía, la destrucción de todas las fronteras que desgarran y tu pasaporte de extranjero a la intemperie. Hoy 23 de mayo el viento trae en susurros tus canciones. Ellas dicen que no has partido, que sólo has salido con tu pinta de pastor griego, de vagabundo y de ladrón, en busca de una muchacha para entregarte a todos los placeres, a los mil juegos del amor.

*Poeta y ensayista colombiano